AMLO merece ganar el premio Nobel de la Paz.
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Aunque no les parezca a los opositores de AMLO, el hecho de que el famoso premio Nobel que otorga anualmente Noruega haya considerado seriamente al líder mexicano para darle el premio mundial de la paz, así es. Ya pasó el tabasqueño a la selección final de veinte personas, que en alguien de estos veinte quedará el premio. Cualquier mexicano debía estar orgulloso y considerar ésta una gran noticia, pero pareciera el gobierno dio órdenes de no divulgarla.
Independientemente que no haya sido el escogido ¿por qué AMLO es respetado y admirado en el extranjero pero sobre todo en Europa? Por la larga trayectoria en defensa del cambio pacífico de paradigma para México, cuando es evidente para el mundo entero que nos urge, porque ya no aguanta más nuestra vejada nación y con base en la suma de voluntades para impulsar esta transformación pacífica impostergable y logrando de nuevo un porcentaje esta vez mucho más alto de votantes en su tercera postulación presidencial, es un logro sorprendente en pro de la evolución social sin necesidad de la guerra, en pro de la paz, a pesar de agresiones fraudes e infamias recibidas durante el largo peregrinaje, por lo que lo consideran en Noruega y países escandinavos como héroe social. Naciones que han logrado un alto grado de bienestar igualitario con gobiernos donde el dinero sí va para la sociedad vulnerable.
Claro que el líder social es, porque ha mantenido el apoyo de millones de patriotas afectados por las patologías sufridas a manos del régimen, convencidos de la regeneración pacífica que el gobierno de la esperanza implementará en conjunto con la sociedad. Un nuevo rumbo político donde se trabajará un engrane sano con la IP, donde se enfocará en aminorar la desigualdad, en proveer atención incluyente al ciudadano. La sola idea de la conferencia de prensa matutina al amanecer, para informar con veracidad de primera mano a la sociedad de lo acontecido en el territorio--es decir, un gobierno federal transparente--es algo que aún no hemos vivido pero estamos por vivir los mexicanos.
Por el amor y paz que profesa y ha profesado a México sin claudicar, y otras bondades listas para ejecutar a favor de la nación, merecida la postulación del líder tabasqueño al Premio Nobel. Sin más palabras.
Con información de SDP Noticias.
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